Gracia y paz sean a
vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del
presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Estoy maravillado de
que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para
seguir un evangelio diferente.
No que haya otro, sino
que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
Más si aun nosotros, o
un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos
anunciado, sea anatema.
Como antes hemos
dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del
que habéis recibido, sea anatema.
Pues, ¿busco ahora el
favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si
todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario